Fuga de otoño
Aquí todo, hasta el tiempo se hace espacio. En los viejos caminos nuestra voz yerra como olvido, y un éter lleno recuerdos, se ha salido de nosotros el alma, para vernos de lejos. El cielo es como un fiel recuerdo de colores, en que tú arremolinas, luz sonora, tus vientos; la loca de la tarde hunde sus pensamientos de luz, en la epidermis de seda de las flores. Yo hilaré con el blanco vellón de los vésperos, horas de amor sutiles, concisas y espaciosas viendo venir las pálidas parejas amorosas en la convalecencia feliz de los senderos.
Alfonso Cortes
(Nicaragüense)
|
martes, 24 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario